La Sagra, en pleno altiplano granadino, tiene una bella y
magnifica cresta en su vertiente sur, que te permite jugar con sus diferentes
formas. Son unos 1.500 mts de arista, trepadas de grado II y III, con algunos
pasos de IV, y 3 rapeles de 12, 20 y 10 mts.
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Cresta sur de La Sagra |
En realidad es un patio de recreo en el que, si estás
acostumbrado a moverte entre rocas, te da mucho juego. Buenos agarres, cazos,
pinos, todo se junta para hacerte pasar un día muy divertido, siempre, con la
atención que merece este tipo de actividad, en el que no puedes perder la
atención nunca.
Dejamos el coche cerca del Cortijo de la Capellanía, quizás
un poco mas abajo de lo que deberíamos. En realidad, la cresta se ve desde el
inicio hasta el final, así que la aproximación estaba en subir directo a buscar
el inicio que más nos gustara.
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En busca del inicio de la cresta |
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Primeros pasos |
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Una mirada atrás |
Hay que decir que se puede entrar a la cresta por diferentes
sitios, y acabarla igual..claro! Y así fue como nos metimos en la cresta de secano,
pensando que La Sagra estaría cubierta de nieve, menudos mochuelos…anda anda,
para que me he traído los piolets…
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Espectacular arco de roca |
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Ya si, cresteando |
Los hitos te marcan el camino a seguir, hasta que llegas a
un arco de roca, en el que te preguntas, como demonios aguanta las embestidas
del tiempo. A partir del arco, empieza la diversión, hasta llegar al momento de
sacar la cuerda.
Un murete equipado con parabolts donde se hace reunión en un
pino, es la primera dificultad entre comillas. Una escalada sencilla pero en la
que es mejor asegurar. A partir de aquí la cresta se pone juguetona con
trepadas y destrepes hasta llegar al primer rapel, equipado con argollas.
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Luis abriendo el largo |
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Espectaculares pasos |
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Vista de la cresta |
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Bonitos destrepes |
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Primer rapel |
Hasta el siguiente paso de IV equipado con un parabolt en el
sitio justo, es seguir la arista. Nosotros nos aseguramos con cuerda en pasos que
veíamos delicados, pero donde nos movíamos bien y nos sentíamos seguros, íbamos
sin la cuerda. Supongo que cada uno decide su nivel de seguridad y en este caso
lo decidimos así.
El paso de IV no tiene mucha historia, salvo la reunión, que
la hicimos con un fisurero y un puente de roca. No es que el paso sea difícil, pero
tanto la subida como el destrepe siguiente es muy expuesto.
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Disfrutando de la arista |
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Con momentos de relax |
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Isma abriendo el largo |
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Y asegurando el destrepe |
Las vistas y el ambiente en todo momento son espectaculares.
Desde el paso de IV, se sigue la arista hasta llegar al rapel de 20 mts,
equipado con argollas también. En este punto llevábamos casi 6 horas de
actividad, si bien es cierto que muy tranquilos y sin necesidad de correr
disfrutando en todo momento de la cresta.
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Tomándolo con calma |
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Rapel de 20 mts |
En la base del rapel, y faltando poco para acabar la cresta,
decidimos escapar de la arista, teníamos que volver a una hora prudencial a
Cazorla y no teníamos claro lo que tardaríamos en volver. Así que la parte
final no la hicimos, ni su último rapel.
El final fue más fácil de lo que esperábamos, a pesar que en
un principio no veíamos la bajada clara, la idea fue, ir a buscar el sendero que
bajaba de la Sagra Chica, y atravesar el bonito bosque vertical en busca del
carril que nos llevaría de nuevo al coche.
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Bajada por el bosque vertical |
Y lo encontramos! Sin duda ha sido una manera bonita y
espectacular de conocer la Sierra de La Sagra. La cresta sur bien se merece,
las cervezas que nos fuimos tomando de regreso a Cazorla…jeje, una actividad
realmente bonita, para disfrutar.
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